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Abstract

En los primeros años de la década de 1980, Sheila Levrant de Brettville introduce un conjunto de tácticas de diseño que representa los valores feministas. Estos principios, en sus diseños, abordan la representación de las personas desde diversas perspectivas, exploran la tensión y la contradicción que existe entre palabras e imágenes, y fomentan la participación activa del público en la interpretación de la comunicación visual. En consonancia con las corrientes de la tipografía experimental y el posmodernismo de la época, estas estrategias de diseño de Sheila Levrant de Brettville reflejan una sensibilidad hacia la multiplicidad de voces desde una perspectiva de estudio de género.

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