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Abstract

En los últimos años, la animación ha evolucionado hacia representaciones más inclusivas de género y diversidad cultural. Raya and the Last Dragon (López Estrada & Hall, 2021) destaca como un caso significativo de esta transformación, integrando elementos visuales, narrativos y simbólicos que reconfiguran los arquetipos femeninos tradicionales. Este estudio adopta un enfoque cualitativo centrado en el análisis visual, narrativo y simbólico de los personajes Raya, Namaari y Sisu. Basándose en fuentes primarias del proceso creativo y marcos teóricos de la animación y los estudios de género (Furniss, 2017; Lauretis, 1987; Wells, 1998), presta especial atención al diseño de personajes, la corporeidad, la gestualidad y la función simbólica. El análisis revela una ruptura con la estética hegemónica de la princesa caucásica e hiperfeminizada. Raya encarna la fuerza ética a través de la confianza, el liderazgo y la vulnerabilidad; Namaari representa un modelo estratégico, no romántico y de género ambiguo; Mientras que Sisu ofrece una alternativa espiritual, cómica y no violenta al canon heroico clásico. Estas representaciones proponen un nuevo paradigma visual y narrativo en la animación infantil, incorporando la diversidad racial, la ausencia de subtramas románticas y cuerpos no sexualizados en acción. La relación entre Raya y Namaari, impulsada por la confianza como recurso narrativo radical, subvierte las estructuras tradicionales de conflicto y resolución. Raya y el Último Dragón introduce así una innovación estética y política dentro de la animación convencional. Futuras investigaciones podrían explorar su potencial pedagógico y sus implicaciones para la construcción de subjetividades visuales y culturales entre el público infantil.

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